Conforme la civilización evolucionaba socialmente y algunos de los principales problemas como el alimento, la climatología o los depredadores fueron desapareciendo de nuestras cabezas el hombre se fue volviendo más y más curioso.
Esta curiosidad ha originado muchos descubrientos a día de hoy, y los perfumes no se salvan de ello, en el lejano oriente algunos curiosos descubrieron que sumergiendo hierbas, hojas y flores bajo el agua podías crear fragancias y olores suaves y frescos y poco a poco fueron explotando esta nueva faceta, experimentando con el calor y los diferentes productos que acababn saliendo de estas mezclas de olores y hierbas, creando asi perfumes, bálsamos y cremas curativas que se extendieron por pueblos árabes, egipcios, persas y chinos hasta llegar a nuestros dias.
Estos perfumes (prov eniente del latin per, "por" y fumare, "a través del humo) acabaron extendiendo a Roma, Grecia y finalmente a todos los lugares del mundo.
La historia cuenta que Alejandro Magno era muy aficionado a utilizar perfumes, capaz de perfumar cualquier habitación con solo el aroma de su cuerpo. En la Edad Media se fabricaron ungüentos con sustancias aromáticas, musgo incluido y después de un período de utilizar animales.
Es curioso ver como a veces sin quererlo creamos cosas maravillosas que perdurán a lo largo de los años.
Los perfumes son sin duda uno de los objetos para regalar más buscados cada año, millones de personas los usan a diario y miles de marcas crean nuevos productos para encandilar al consumidor.