El jardín zen, también denominado Karesansui, es un jardín de origen japonés compuesto fundamentalmente por arena y piedras.
Los primeros datos de este tipo de jardines secos: los jardines zen, datan del siglo XIV. El concepto principal de este tipo de jardín es la simplicidad elegante. Estos jardines destacan por su belleza. Un jardín muy famoso se encuentra en la ciudad de Kioto, Japón, en el templo de Ryoan-Ji.
Estos jardines fueron diseñados como espacio de meditación en comunión con la naturaleza. Representan el universo, simbólicamente la arena representa la plataforma sobre la cual existimos, y las piedras los obstáculos que se presentan a lo largo de nuestra vida.
La decoración zen de viviendas se está convirtiendo en una de las últimas tendencias por la belleza de este estilo. En este sentido, los jardines zen desempeñan un papel importante ya que dan un toque natural al ambiente, proporcionando equilibrio y armonía. Además no requieren mantenimiento, aportan una agradable sensación de tranquilidad y dan amplitud a los espacios.
Podemos modificar su apariencia dibujando en la arena con el rastrillo diferentes dibujos, por lo que se trata de una solucion decorativa flexible.
El jardín zen se puede completar con otros elementos naturales como el bambú o un bonsái, personalizando más el jardín. También queda muy bonito incorporar figuras, por ejemplo figuras talladas en obsidiana. Los cristales de cuarzo también se pueden incorporar a los jardines zen, simbólicamente se dice que el cuarzo representa a los seres vivos; almacenan y transmiten energía positiva. Existen también jardines zen que incluyen ramas secas, o pequeñas plantas, y quedan muy bien también.
Una opción muy ineteresante es su aplicación como regalo, pues se trata de un regalo elegante y original.
