La avena pertenece a la familia de las gramíneas. Dentro de la avena existen muchos tipos de especies, pero sin duda la más cultivada es la avena bizantina, seguida de la avena nuda.
Aunque los restos más antiguos de avena datan de la época egipcia, no fue hasta la edad de bronce en Europa central cuando se comenzó a cultivar. La fermentación de sus granos permite elaborar bebidas alcohólicas y usada tópicamente tiene propiedades emolientes.
La avena es muy rica en hidratos de carbono que se absorben lentamente, lo que produce una sensación de saciedad. Por este motivo es utilizado con frecuencia en dietas de adelgazamiento.
Pero sin duda alguna la ventaja más importante de la avena es su riqueza en fibras tanto solubles como insolubles. Se ha demostrado que las fibras solubles ayudan a reducir el colesterol, porque dificulta su absorción. Mientras que las fibras insolubles han sido utilizadas para favorecer el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.
Además la avena es muy rica en vitaminas y hierro, lo que la convierte en un complemento alimenticio perfecto para su uso diario.
Dentro de los productos obtenidos de la avena, podemos destacar el salvado. El salvado de avenase obtiene al triturar las capas externas del grano (epicarpio, mesocarpio y endocarpio), que son ricas en fibra, proteínas, vitaminas y minerales.
El salvado de avena es un producto muy usado en dietas proteicas y como ayuda para mejorar el funcionamiento del sistema digestivo.