Cuando Belén nos enseño su precioso vestido teníamos bastante claro que el peinado que elegiríamos seria una melena suelta con una onda marcada años 50, un peinado que a pesar de lo reacias que son algunas novias a llevar el pelo suelo puede resultar mucho mas acertado y favorecedor que un recogido, que en la mayoría de las ocasiones no forma parte de la imagen de la novia. Un peinado que acompañaba perfectamente al vestido de Belén con el que se sitio ella misma pero un toque diferente, Unas ondas que realizamos minuciosamente con una tenacilla que finalmente cepillamos para conseguir ese efecto pulido. El volumen fue gracias a la colocación de extensiones con clips en varias capas que ella luego pudo aprovechar para sus ocasiones especiales. El color también fue cosa nuestra, un degradado que hicimos en el salón semanas antes, algo muy natural que logramos aclarando las puntas y con transparencias en la raíz y parte media.
Un maquillaje que destacaba sus mejores rasgos…
Un maquillaje limpio donde el ojo delineado con un eyeliner y un delicado sombreado en la parte inferior hizo que la mirada cobrase protagonismo a lo demás. Colocamos pestañas postizas de pelo a pelo insistiendo en la parte exterior del ojo para estilizar e y ampliar su mirada. Para los labios escogimos un tono rosa salud y lo aplicamos con un perfilador del mismo tono, un tono que le favorecía realmente a su piel clara. Dentro de los mismos tonos, usamos un colorete rosado que aplicamos principalmente en la parte central del pómulo consiguiendo un aspecto muy saludable y jovial.
el broche final …
Belén supo escoger un tocado discreto y la colocación del mismo nos pareció bastante original y poco visto, un resultado elegante que horas después llegada la hora del baile ella misma coloco a modo de diadema en la parte superior
