Como comentamos en un artículo anterior, la carta de presentación adquiere una importancia vital a la hora de presentar nuestra candidatura a una oferta de trabajo. Existen claramente dos situaciones diferentes en las que es preciso adjuntar una carta de presentación, y por lo tanto dos tipos de cartas de presentación:
1. Respuesta a una oferta de trabajo que te interese.
Debes fijarte especialmente en las características del puesto. Tu carta de presentación en este caso debería encajar al máximo con los requisitos de la oferta, y te recomendamos que la personalices usando una redacción clara y sencilla. Eso sí, por mucho que te esmeres en que tu texto sea único, toda carta de respuesta a una oferta de trabajo debe poseer ciertas características:
Saludo de cortesía y personalización. Referencia al puesto en el encabezamiento de la carta, así como a la fuente y fecha en que se ha leído el anuncio u oferta de trabajo. Argumentar que tus cualidades, conocimientos y competencias son las adecuadas para el puesto. Menciona tu interés por formar parte del proceso de selección, por lo que dejas abierto un canal de contacto.2. Presentación de una autocandidatura, es decir, si decides ofrecerte espontáneamente para trabajar en una determinada empresa.
En este caso la importancia de la carta es mayor. Debe conseguir despertar la atención para que te recuerden si en ese momento no existe una vacante disponible en la organización. En este caso las claves más importantes son las siguientes:
Dirigirte al responsable de la contratación. Indicar el puesto en el que quieres desarrollarte en la empresa. Describir las habilidades y los logros que te hacen adecuado para el empleo. Expresar tu interés por mantenerte en contacto con la empresa.Desde Experteer estamos seguros que con estas sencillas pautas y consejos, conseguirás atraer la atención con tu carta de presentación, aumentando tus posibilidades de contratación.