Probablemente haya oído hablar de ellas, las bolas chinas están compuestas por dos esferas unidas entre sí que incorporan en su interior una bola de inferiores dimensiones y que introducidas en la vagina producen unas muy placenteras y saludables vibraciones. Ya en el Japón de las Geishas eran utilizadas para la preparación de las cortesanas japonesas para cuando los guerreros llegaran a su encuentro.
Los beneficios de su uso de forma regular son múltiples y van desde la tonificación y fortalecimiento de los músculos vaginales hasta la prevención o tratamiento de las pérdidas de orina empleadas para la realización de los conocidos ejercicios de Kegel.
En el apartado puramente sexual, son empleadas sobre todo para los juegos preliminares en las relaciones de pareja ya que permiten una estimulación de las zonas erógenas de la mujer totalmente diferente a la que cualquier otro juguete erótico puede proporcionar. Existen diversas variedades de bolas chinas desde las más clásicas la vaginales hasta las anales pasando por las bolas chinas vibradoras todas ellas fabricadas a partir de materiales diversos como son algunos tipos de plásticos o silicona hipoalérgicos.
En la actualidad son mundialmente utilizadas por mujeres de todas las edades y con propósitos distintos ya que son los propios médicos ginecólogos y matronas quienes las recomiendan encarecidamente sobre todo para la recuperación después del parto y para ejercitar los músculos de la zona pélvica.
Existen infinidad de modelos de bolas chinas, con diferentes formas y colores, en la actualidad se pueden adquirir tanto en tiendas especializadas como sex shop como incluso en farmacias o parafarmacias.