Está lloviendo, vives en un lugar pequeño y la mayoría de la gente que conoces o tiene algo que hacer o está fuera de la ciudad. No eres muy de hacer cosas solo, te agobias si te quedas una tarde entera metido en casa y lo de ponerte a leer un libro, bueno, no lo ves claro. Seguro que te quedan un montón de posibilidades a pesar de todo. De acuerdo, ¿como cuáles?
¿Qué tal una vuelta por Internet? Sí, ese lugar que sirve para guardar vídeos de gatos, fotos de modelos famosas y que de vez en cuando te deja ver series y películas. Después de un par de horas no parece tan divertido, ¿verdad? Bueno, eso a lo mejor es porque no conoces todas las posibilidades reales de Internet. ¿Te apetece un bingo online? Sí, el bingo es a lo que está jugando tu abuela cuando vas a verla a la residencia. Vale, a lo mejor eres más de blackjack online. Cartas. Eso ya suena mejor.
La mayor parte de las veces no somos conscientes del gran número de posibilidades que nos brinda Internet. Habrá personas que te hablen de su poder destructivo, de su capacidad de adicción, del gran número de páginas inadecuadas pero, en fin, Internet es algo malo si queremos que sea algo malo. Si no, si exploramos en los lugares adecuados en busca de información, en busca de cultura, en busca de algo que merezca la pena, es indudable que tenemos ante nosotros una herramienta potentísima.
¿Te imaginas lo que personajes históricos del calado de, por ejemplo, Leonardo Da Vinci podrían haber hecho con algo como Internet? De acuerdo, seguramente perdería algún que otro rato viendo el último vídeo viral que causa furor (todos lo hacemos), pero compensaría ese rato con creces.
La próxima vez que no sepas lo que hacer, date una vuelta por Internet. Pero una vuelta diferente, a ver qué encuentras. Seguro que te sorprendes.