Serie Cuentos de Cuarentena
Escribir es lo mejor que puedes hacer cuando estás en cuarentena. Dejar volar la imaginación para salir del aburrimiento cotidiano. Mezclar lo real con lo fantástico es un buen ejercicio para la mente: estimula el cerebro y las neuronas dejan de morirse por falta de uso. Éste es un resultado positivo – creo – de la cuarentena en marzo y abril de 2020.
1.- Fueron los Chinos
Li Wang tenía su puesto de venta de animales vivos en el mercado Huanan de Wuhan …hasta que lo cerraron.
Durante muchos años, Li Wang compró y vendió animales de procedencia legal pero también los ilegales porque la gente los compraba. A él no le gustaba ningún tipo de murciélago, mucho menos el murciélago de herradura Rhinolophus, especie de la que se dijo que provenía el coronavirus SARS-CoV-2, el causante de la enfermedad COVID - 19. Los pangolines u otros animales pudieron haber sido los huéspedes intermedios y de ellos pasar a los humanos. Él no estaba tranquilo al vender ese tipo de animales pero se vendían bien y necesitaba mantener a su familia – 7 personas dependían de su ingreso. Tuvieron mucha suerte: él no se enfermó ni su familia tampoco.
Li Wang no era el único que vendía ésos y otros animales en el mercado. Por ejemplo, la Sra. Wei que vendía camarones vivos pudo ser el paciente cero en el mercado. Pero estaba consciente que pudo ser él quien vendió los animales infectados. Aunque también podían ser parte de un lote de murciélagos, pangolines o no sé qué traídos de otro país del sureste asiático o de África. ¿Quién sabe?
-¡Cuántos millones de animales silvestres mueren cada año por nuestra medicina tradicional! – pensaba. Necesitamos cambiar para no seguir empobreciendo la naturaleza y causando la muerte de miles de personas. Y eso sin pensar en el desastre económico.