El término Marketing de Guerrilla se ha popularizado en los últimos años para designar a todas aquellas estrategias de marketing basadas en técnicas no convencionales. Se busca la “viralidad” del mensaje a través de nuevos emisores, nuevas formas de expresión o nuevos soportes, y se “infiltra” en los hábitos y costumbres del público objetivo con el fin de sorprenderlo en el desarrollo de su actividad cotidiana.
Para hacer este tipo de marketing, básicamente, hay que innovar, impactar y crear noticia. Una campaña efectiva de Guerrilla debe propagarse por sí misma, de boca en boca, ya que en su esencia está el proporcionar al consumidor una experiencia nueva, algo que contar. Precisamente, el éxito del Marketing de Guerrilla radica en su capacidad de sorprender al público una y otra vez. Esa frescura es su mayor ventaja con respecto a otros tipos de marketing tradicional que, en ocasiones, son víctimas de la saturación publicitaria.
Habitualmente, lo que se busca con estas estrategias de guerrilla es compensar un presupuesto bajo, insuflando grandes dosis de creatividad a las campañas. Es por ello un recurso idóneo de marketing para Pymes. Y también para grandes empresas, que consiguen, gracias a acciones de este tipo, reforzar su imagen de marca y desmarcarse de sus competidores.
