La recompensa a un esfuerzo lo boicoteamos constantemente con palabras ociosas, vagas porque no dan fruto positivo. Y dónde aprendemos éstas palabras? en nuestro entorno, lo hacemos parte de nuestro código de habla y sin darnos cuenta escondemos la falta de fe interna.
Un proyecto no da los resultados que esperamos y justificamos diciendonos: "Si Dios quiero lo tendré", "Si es el momento correcto lo tendré", "Sino es ahora, será después", "Esto no es para mí", "No me lo merezco", "Mira a ella que bien le va, vaya a saber por qué?".
Esto esta impregnado en nuestro subconsiente, porque es fácil tener fe para otros, pero cuando nos toca tener fe para nuestros proyectos nos enfrentamos con nuestro incrédulo que tenemos dentro; y todo el esfuerzo que hacemos no nos da los resultados que esperamos.
Escuchate que palabras esta sacando a la luz tu incredulidad y cambialas con frases como: "A mi me va a salir todo bien", "Todo lo que haga me va a prosperar en la vida", "Cuando yo pida voy a recibir".
El Universo se mueve cuando hay un corazón que lo mueve, la duda es muy sutil y es el resultado de lo que te hablas y hablas a los demás.
Si eres un ser que tiene tanta fe, es hora de poner la fe en acción. ¡Empieza a ganar ahora mismo!
