Te ha pasado cómo a mí, que muchas veces enciendo mi computadora, tengo en frente una hoja en blanco y sencillamente no sabes sobre qué escribir? ¿Qué por más que te esfuerces, las ideas no salen? ¿No sabes ni por dónde empezar?
Hoy fue uno de esos días. Pero de pronto, llega una idea a mí cabeza… Por qué no escribir sobre no sé qué escribir.
En el mágico mundo de la Internet, encontraremos infinidades de artículos y manuales que buscan ayudarnos a sacar al escritor que llevamos dentro. El balde de agua fría nos cae, cuando nos damos cuenta que no a todos nos aplica lo mismo. Es por eso que decidí elaborar mi propio “manual”; el que a mí me funciona.
- Debo ser fiel a mis propias ideas y pensamientos. Antes de pretender agradarle a otros, debo agradarme a mí mismo.
- Escribir cada idea que llegue a mi cabeza; por más loca que ésta parezca. Nunca sé cuándo voy a recurrir a ellas.
- Si tengo una idea, pero no sé cómo continuarla, la dejo olvidada por unos días. Es frustrante cuándo piensas que algo es bueno; pero no sabes cómo llevarlo al próximo nivel. Mejor lo dejo reposar. Cuando menos lo espero, las palabras empiezan a fluir como cascada.
- Perder el temor a ser leídos. En mi caso, me resulta todavía incomodo que alguien me lea; pero sin duda alguna, el aporte que alguien más le haga a mi trabajo, puede resultar muy valioso.
- Escribo, escribo y escribo. Sabio es aquel refrán que dice, “la práctica hace el maestro”
Y tú, tienes tu propio Manual?
Los invito a que se den una vuelta por mi blog!