Los primeros muros de cortina datan de principio de siglo, lo que empezo como una disminución de peso para la estructuras de los edificios se ha convertido en una solución en tres aspectos fundamentales, reducción de costes, aislamiento térmico y acústico y aspecto estético.
El muro de cortina también llamado fachada de cortina y fachada ligera consiste en la unión de varios perfiles de aluminio en cuyos huecos irán alojados vidrios o recubiertos de paneles, por ello su montaje es más rápido y económico.
Su montaje es modular pudiéndose incluso llevarlo acabo desde el interior del edificio, necesitamos menos materiales para su montaje, también sus reparaciones son menos costosas.
La reducción del peso se estima en un 85% menos que las fachadas convencionales siempre y cuando los perfiles del montaje sean de aluminio, anteriormente los materiales para los perfiles podían ser hierro y acero, aunque la utilización de estos materiales está en desuso.
Existe la posibilidad de montar más de un muro en la misma fachada, con ello conseguiremos mayor eficacia en el rendimiento aislante.
Hace una década su utilización estaba limitada a grandes edificios, pero actualmente debido a su aspecto estético su utilización está a la orden del día en casas particulares o pequeños edificios.