La joyería siempre ha ido de la mano de los complementos decorativos y del lujo. Una de las explicaciones que la mayoría de las piezas se realizan con metales nobles, oro, plata, platino, etc.
Pero con el alto precio que están alcanzando los metales, el diseño se ha ido perdiendo con el tiempo, buscando formas minimalistas y creando piezas huecas, en las que el joyero debe encontrar la forma de crear piezas de volumen con poco peso.
Todo esto se está viniendo abajo con los nuevos tipos de joyas que están llegando al mercado, piezas que se valoran por su diseño, en el que el volumen deja de ser un problema.
Me estoy refiriendo a anillos, pulseras o colgantes hechos con metales nobles que se terminan con plata e incluso oro. La idea es que se puedan ofrecer abalorios con un gran diseño, con volúmenes contundentes en los que el peso del metal deja de ser un problema.
Marcas como Uno de 50, Ciclón o Joyas Passo están cambiando en cierta forma el concepto de joya, haciéndolo más asequible a la vez que se siguen usando metales de calidad a un coste mucho más bajo.
Viendo los catálogos online de cualquiera de estas firmas de moda, uno puede ver que la nueva moda en joyería se basa en diseños que se salen de lo habitual, formas caprichosas, terminados irregulares, clavos que se convierten en corazones o anillos …
Pero, ¿a este tipo de elementos decorativos les podemos llamar joyas?, esa es la pregunta que muchos nos hacemos. Si los pendientes o anillos se hacen de metales económicos con un simple acabado de plata u oro, ¿estamos hablando de joyas?.
A nuestro modo de ver si lo son, o al menos pueden llegar a la categoría de alta bisutería. No está muy claro cual es la línea que separa a la bisutería de la joyería, entendemos que cada cual marca sus propios límites.
Lo que está claro es que el precio de los metales más usados en joyería esta cambiando radicalmente con tal de que los fabricantes hagan llegar a sus clientes de masas diseños innovadores y modernos, sin tener que ceñirse al minimalismo.