Para comprender esta técnica milenaria antes tendremos que entender la teoría de los meridianos y el Chi que circula por ellos. Esta teoría es una de las más importantes de la medicina china (MTC).
Los meridianos no son meras ideas especulativas sino hechos de los cuales los chinos se vienen sirviendo con eficacia desde la antigüedad. Son los canales por donde, como hemos dicho, fluye el chi dentro del cuerpo. El chi o “Energía Vital” para los accidentales, es la energía que traemos cuando nacemos, la energía que ingerimos con los alimentos o la que obtenemos con el aire que respiramos. Para la MTC la energía debe estar en equilibrio, por lo que el equilibrio del chi es la quintaesencia de la salud.
El eje central de los meridianos se encarga de la circulación de la energía vital y del equilibrio del yin y el yang.
El objeto de la acupuntura es diagnosticar la causa de la enfermedad, averiguar en que meridianos se ha interrumpido el flujo de la energía o hay un desequilibrio del yin y el yang y, manipulando con las agujas los puntos de energía apropiados, volver a tonificar el flujo de la energía natural y recuperar el equilibrio para devolverle al paciente la salud.
Se puede usar el mismo punto de energía para curar enfermedades totalmente diferentes entre si y también para curar muchas otras, porque hay distintos modos de manipular la aguja que se ha insertado. Al eliminar la congestión y activar la circulación del chi, la acupuntura interrumpe y desorganiza los patrones de la enfermedad.
