Al salir de casa rumbo al trabajo, al centro de estudios o a pasear uno nunca sabe con que se cruzará en el camino. Los accidentes ocurren con mucha frecuencia a nuestro alrededor, a veces los podemos sortear, pero alguna vez nos tendrá que tocar, y hay que estar preparados para ese momento. Los seguros cubren la necesidad de seguridad. Esa seguridad de saber que tenemos nuestros bienes y a nuestros seres queridos con un respaldo de tipo económico, que es tan necesario.
Uno de los accidentes con más grado de incidencia es de tipo vehicular, generalmente provocado por errores humanos, aunque también por fallas mecánicas. Este tipo de seguro tiene carácter obligatorio pues causa grandes pérdidas en lo económico y en vidas humanas, y las estadísticas reafirman esto.
Además los gastos en que tendríamos que incurrir en caso de una eventualidad muy posiblemente sean difíciles de afrontar, mas con un seguro este golpe no es tan fuerte, pues la aseguradora cubre la mayoría de gastos.
El beneficio principal es el de amortiguar el nivel de gasto, además de brindar una sensación de seguridad y protección.
En conclusión podemos decir que los seguros constituyen una manera muy eficaz de resguardar nuestro patrimonio, nuestra salud y las de terceros.
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