Usualmente cuando rentamos una casa o alguna habitación debemos de dejar una garantia, algo que pueda cubrir daños que podamos ocasionar o poder darle un mantenimiento posterior al uso adecuado, ya saben, todo por servirse acaba, es normal. Al cabo que la casa no te la vas a poder llevar a menos que sea una rodante.
Entonces después de numerosos trámites, llenar formularios de contacto, y revisar que el coche este en buen estado y que todos los daños si es que los tiene, sean señalados se pasa al pago, pero no te dan un auto solo así porque sí.
Aquí es donde entra la fabulosa tarjeta de crédito. El proceso para entregarte una tarjeta de crédito es muy tardado y los bancos se aseguran de tener garantías y avalar su seguridad financiera con largos procesos de selección. Las empresas proveedores de los servicios de renta de autos confían en estos procesos, sin embargo el uso del servicio de renta de autos suele ser menos frecuente que usar una tarjeta de crédito, por eso es que las arrendadoras se apoyan de los bancos que emiten tarjetas de crédito.
Usualmente no te piden el monto total del vehículo, te piden un 10% del total, lo que puede ser más humanamente posible de tener, y esto solo es una garantía, no es un pago ni una transferencia, solo una r e t en n c i ó n.
Cuando entregas el auto en buen estado y toda la negociación es la correcta te regresa la retención del efectivo y listo, todos somos amigos. En algunas ocasiones tarda en reflejarse el reembolso del dinero, así que no te pongas como loco, solo que si en aproximadamente una semana no te atienden, es momento de ponerte en contacto con ellos y tu banco, que algo no esta normal.