Esta crisis económica que nos atenaza, ha llegado a este punto, debido a la avaricia, la poca verguenza, y la falta de valores de los seres humanos. Si a un niño le preguntas que quiere ser de mayor, te contestará: médico, futbolista, piloto, torero, bombero, incluso abogado, periodista, pero nunca te contestará: especulador, oportunista. ¿Qué ocurre cuando nos hacemos mayores?, nos convertimos en los más fieles y ruines esclavos del todopoderoso dinero, hacemos lo que haga falta, dentro de la legalidad por supuesto, para enriquecernos lo más posible, y lo más pronto posible. Se nos olvidan los valores más fundamentales para que nuestra vida tenga sentido y sea lo más grata y feliz posible, que son, la honradez, el esfuerzo y la constancia. Nuestro trabajo no puede ser fruto de la especulación, de ganar mucho dinero en un segundo, debe ser fruto de que hacemos lo que nos gusta, con esfuerzo, tesón, y orgullo en lo que somos. Así de sencillo parece, y así de sencillo es. Al principio de la historia los pueblos eran así, con el tiempo y el progreso, han surgido profesiones, que se han ido alejando de la realidad, de ese esfuerzo, de esa constancia, de ese orgullo de ser lo que uno es. Han surgido, instrumentos financieros, que no generan valor, han surgido especuladores en las bolsas, que se ganan la vida con solo comprar y vender en un minuto.
Debemos volver a nuestros valores primitivos, al esfuerzo, a la constancia, a la creación de valor, a la naturaleza y no a la medicina química. La solución a la crisis estamos viendo en todo el mundo, que es inyectar más liquidez al sistema, pero eso es una medicina urgente, que va a tener efectos secundarios. Es lo mismo que cuando tenemos cancer, quimioterapia. La solución es prevenir, por ello tenemos que volver a los alimentos naturales, a trabajar en lo que nos gusta, no con el objetivo de enriquecernos y si de ser felices haciendo lo que hacemos.
Saludos. Sergio García.
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