Psicología del Emprendedor

Nadie nace empresario, el empresario es consecuencia de un proceso psicológico de formación de la personalidad. Las implicaciones que hay de detrás de la expresión "soy un empresario" va mucho mas allá de un simple empuje motivacional. La formación de una personalidad empresarial y los factores que participan en dicho proceso representan el santo grial para aquellos que se dedican a escribir libros sobre empresarios exitosos. La palabra empresario es sinónimo de mucho dinero y todos aman el dinero, por ello, todos quieren ser empresarios en mayor o menor medida. Así empiezan a leer montones de libros de autoayuda que le muestren el camino a su propia empresa. Al finalizar y aprenderse cada concepto casi de memoria siguen en el mismo sitio y su futura empresa lejos de iniciar. Solo una minoría de los adultos con intenciones de emprender un negocio lo logran satisfactoriamente, ya que desde su infancia han recibido ese componente psicológico necesario para desarrollar una personalidad empresarial. La gran mayoría solo se queda en las intenciones. El adulto considera su personalidad como algo rígido y estable. El adulto confunde una personalidad maleable con "falta de personalidad". Desconocer que la formación de personalidad es un proceso dinámico que no termina nunca es el gran enemigo que evita a una persona adulta llegar a ser un verdadero emprendedor. Durante su tiempo de vida la personas van definiendo sus rasgos de personalidad y conformando un autorretrato que lo defina ante el mundo. Su carácter, conducta y acciones deben encajar perfectamente en su patrón de personalidad negándose así aceptar cualquier elemento que pueda distorsionar su autoimagen. El "yo soy asi" es su reafirmación. Reiniciar la formación de nuestra personalidad podría ser un proceso difícil, inconscientemente nos aferramos a lo que creemos que somos y saboteamos cualquier intento de cambio. Pero reiniciarse es el único camino hacia el emprendimiento. Pretender ser alguien nuevo pero aferrados a viejos esquema es solo una perdida de tiempo. Tener conciencia de esta necesidad de cambio y perseverar en esta lucha interna indudablemente nos llevará al éxito.