Las metas son simplemente tareas que hemos programado con anticipación y que nos llevan a cumplir un objetivo parcial.
¿Te has preguntado porque vamos acumulando metas sin cumplir?
No es tan grave si te tomas el tiempo hoy para volcarlas con toda tu atención.
Haz una lista de metas que tienes para esta semana. Luego, otra lista corta y directa de lo que quieres lograr antes del fin de mes. Pásala a un compañero de trabajo y pídele que te lea esta lista.
Observa cual es tu diálogo interior mientras escuchas tus propias metas. Si en tu diálogo escuchas sensaciones o frases del tipo “Oh, como lo voy a lograr” o “No creo que realmente pueda pasar esto” , estás justo en tu área de oportunidad.
Estos pequeños baches son puramente emocionales. Son la emoción del miedo. Aunque este puede tener muchas raíces, podemos atacarla con pura energía presente, con adrenalina, con coraje.
Cuando escuches ese tipo de diálogos mientras lees tus metas, recuerda momentos en los que pudiste resolver tareas de la misma importancia y dificultad. Cuando estés escuchando tu propio diàlogo de duda ¡festeja!
Festejar sin duda, combinado con el pensamiento de lo que has logrado antes en situaciones similares es una inyección de energía y de información en tu cerebro que te permite vencer tu propia energía enquistada.
Esto te puedo recomendar hoy. Esto tuve que hacer hoy mismo para mi trabajo y mis metas del mes.
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