La persona o individuo se integra por naturaleza dentro de una estructura social que depende de leyes naturales, y de éstas aprenden los principios de igualdad, eficacia y poder que fluyen a través de las generaciones. Es por tanto la persona la precursora de la Ley en comunión con sus semejantes.
La Ley es una manifestación dictada para ordenar las conductas, los actos y prevenir el caos. Debe contar con la autorización general de todos los ciudadanos. En el legado de antiguos juristas se encuentra la esencia más depurada y magistral de lo que sería una Ley. Para el jurista Ateyo Captión: "Ley es el mandato general del pueblo o de la plebe dictado por el magistrado".
Dentro del ámbito de la Legislación actual, toma un valor predominante la Ley de Propiedad Intelectual. Muchas son las voces que están en favor de la Ley, o en contra. Mientras los primeros incluyen sus propuestas para que se tomen medidas acerca de los Derechos de Autor, otros solicitan el libre acceso al conocimiento para disfrutar de la cultura general.
Como el poder económico es el agente principal de la estructura social, el legislador se alinea del lado de los autores, con lo que los fallos de las sentencias referidas a esta materia, dejan poco margen de actuación al Aplicador del Derecho.
