Algunos estudiantes tienen una muy mala auto imagen, se dicen así mismos: Soy tonto, soy un mal estudiante, me cuesta aprender, no tengo capacidad. Este tipo de pensamientos se introdujeron en su mente cuando padres, amigos y profesores bien intencionados, pero ignorantes del daño, los llamaron tontos o vagos.
Es innegable que estudiar cuesta y que es fácil encontrar otras actividades alternativas que resultan mucho más agradables y entretenidas. Pero, en definitiva, como el curso hay que aprobarlo, más vale afrontarlo con cierta dosis de alegría.
Algunas asignaturas pueden resultar interesantes de por si, pero aquellas otras que se hagan más cuesta arriba es donde el alumno debe hacer un esfuerzo y buscarle un lado positivo (viendo como un desafío personal, pensando que mientras antes las apruebe antes se las quitará de en medio, etc.).
Si a uno no le cuesta estudiar y además afronta el estudio con desmoralización, éste se le hará doblemente cuesta arriba. Si por el contrario lo afronta con cierta dosis de ilusión se le hará mucho más llevadero.
Una persona positiva rinde mucho más.
Por eso es tan importante que seas positivo y te veas tal como eres. Sin embargo cambiar la valoración que tenemos de nosotros mismos puede resultar muy difícil. Las técnicas de estudio aceleras se preocupan precisamente de eso. Te ayudan con tecnología moderna a cambiar tu forma de pensar de modo que estudiar te resulte agradable y placentero.
Cuando te vez como realmente eres y te lo crees todo te resulta mas sencillo y fácil. Aprendes mas y sacas mejores notas.