El 19 de febrero recordamos al cantante de AC/DC, Bon Scott
Cuentan que en los inicios de la banda, cuando no tenían dinero ni para vestuario. A Bon, se le ocurrió que para entrar por la puerta grande en Melbourne con su próximo concierto, tenían que seguir dando muestras de excentricidad, aunque no tuviesen ni para un cañón de luces.
Como era un tipo fuerte, (había trabajado como descargador de mercancías) pidió que le ataran a una cuerda y con ella se balancearía por encima del público emulando a tarzán.
Era tanto su entusiasmo que, aunque la idea no fue bien acogida entre los miembros del equipo por razones de seguridad, se acabó saliendo con la suya y en medio del éxtasis final, se lanzó sobre el público. Lo que no habían previsto es que la longitud de la cuerda no era la adecuada y el cantante acabó entre la multitud embravecida que luchaba por quitarle el taparrabos. Hay que decir que cuando Bob consiguió llegar de nuevo al escenario, por sus propios medios puesto que su equipo estaba partiéndose de risa, ya no le quedaba ni el suspensorio que se había puesto debajo del taparrabos. Creo que no volvió a repetir la experiencia.
Claro, que tuvo ideas peores...esas las dejaremos para otro día