Francia está a la vuelta de la esquina. Para muchos españoles esto posiblemente suene a tontería, en especial para aquellos que vivan en el sur o en cualquiera de los dos archipiélagos; sin embargo, para un nativo de Navarra esto es muy cierto, pues quien tenga nociones básicas de geografía política sabrá que delimita al norte con el país del amor. Las escapadas esporádicas se convierten, entonces, en una tentación difícil de rechazar, puesto que realmente no es del todo necesario un avión, un tren o un autobús para llegar a nuestro destino: basta con un coche.
¿Pero qué clase de coche? Alquilar uno supone tener que estar pendiente constantemente de que no sufra ningún daño, y además siempre hay un plazo de devolución que delimita considerablemente nuestras posibilidades. Para mí, la mejor opción es sin duda la de comprar un coche, y los coches baratos en Navarra no son precisamente escasos. Esta abundancia es la que convierte el negocio de la reventa de vehículos en uno de los más exitosos; primero, porque el precio de salida siempre está por las nubes, y segundo, porque rara vez hay diferencia entre el estado de un coche nuevo y el de uno que no lo es. Los negocios de calidad de coches baratos en Navarra suelen tener una abundante remesa perfectamente puesta a punto.
Imagine ahora la cantidad de cosas que se pueden hacer con un coche propio, adquirido a un coste mucho más bajo que el de su precio origina. No tiene que preocuparse de que nadie le cobre un extra en caso de estropear algo o accidentarse; no tiene que devolverlo; y lo mejor de todo, ya tiene la oportunidad de viajar a Francia si tanta ilusión le hace. Los coches baratos en Navarra no se distinguen del resto de coches de ocasión del resto de España excepto en una cosa: la ventajosa posición geográfica.
