Vietnam es uno de los mejores destinos del sudeste asiático para viajar por libre, es un país que no deja indiferente a nadie, con innumerables atractivos, muy seguro y barato si lo comparamos con los precios en Europa.
Aquí te dejo una lista, de las que en mi opinión son las 6 visitas imprescindibles que hacer en el país, pero hay mucho más ¡¡
1.- Hanoi
La capital vietnamita es una ciudad que al principio puede parecer caótica y sucia, pero que tiene un magnetismo especial, es una ciudad que te atrapa sin que te des cuenta. Cuenta con múltiples atractivos pero el mayor de todos es pasear sin rumbo por las calles del casco antiguo y dejarse llevar. No nos podemos ir sin probar la Bia Hoi, cerveza casera a precios de risa.
2.- Sapa
El valle de Sapa al norte del país es un paraíso para hacer senderismo entre impresionantes terrazas de arroz excavadas en las montañas. Mientras caminamos entre las montañas nos iremos encontrado pintorescos poblados donde habitan minorías étnicas.
3.- Bahía de Ha Long
Posiblemente sea el atractivo turístico número uno en Vietnam, la Bahía de Ha Long es una extensión de más de 1.500 kilómetros cuadrados salpicada de incontables montañas cársticas de caprichosas formas. La mejor manera de visitarlo es hacer un crucero de al menos un par de días.
4.- Hoi An
Puede que se la ciudad más bonita de Vietnam, tiene un encantador casco urbano tradicional perfectamente conservado junto al mar. Muy cerca, también podremos disfrutar de más de 20 kilómetros de playas de arena fina y aguas transparentes.
5.- Ho Chi Ming City (antigua Saigón)
La ciudad más grande del país, imprescindible su visita para conocer de primera mano la historia reciente del país, marcada por la “Guerra de Vietnam”. Una ciudad moderna que mira al futuro con optimismo pero sin renunciar a la tradición.
En ella podremos visitar multitud de museos, salir de compras en cualquiera de sus innumerables mercados, todo aderezado con la mejor gastronomía del país y una vida nocturna bastante animada.
6.- Delta del Mekong
El río Mekong nace en el Tibet y discurre durante casi 5.000 kilómetros atravesando 6 países. En su desembocadura en Vietnam se ramifica en miles de canales, constituyendo el granero del país. Surcar sus aguas visitando pintorescos mercados flotantes y viendo el ajetreo diario de sus habitantes es una experiencia que no se olvida.
