Soy un enamorado de los idiomas. A pesar de que mientras estaba en el colegio no me llamaban nada la atención, por no decir ninguna, las cosas cambiaron a medida que fui creciendo. De repente, me comencé a interesar por cómo sería comunicarse con otras personas que no hablaban la misma lengua que la mía, sobre todo a raíz de los viajes que realicé al extranjero con mis padres. Poco a poco, empecé a dedicar mayor tiempo al inglés y así comencé realmente a mejorar.
No obstante, si hay algo que realmente hizo que mi inglés mejorara de forma sustancia fue estudiarlo en el extranjero. En cuanto tuve la oportunidad, me inscribí en un curso de inglés en Londres durante los meses de verano. ¡Fue una experiencia única e inolvidable! La academia estaba en pleno centro de Londres, conté con unos profesores excelentes que, por supuesto, eran nativos, y las clases eran muy dinámicas. ¡Allí no se enseña inglés como se hace en España! Me di cuenta de lo mucho que estaba progresando sin darme cuenta, y es que todo era tan divertido, tan fluido, que empecé a hablar inglés constantemente. Al fin y al cabo, los profesores no sabían hablar español y los compañeros de clase eran de muchas nacionalidades distintas. O hablábamos en inglés o no podíamos comunicarnos.
Fue una experiencia increíble y por eso pienso repetirla. Este verano voy a conseguir mejorar mi nivel en dos estadios gracias a varios cursos. Inglés en Canadá es mi elección en esta ocasión. ¡No puedo esperar! Un país nuevo, una nueva experiencia y más inglés.
