Voto electronico: bueno o malo

Voto electronico: bueno o malo

La democracia como sistema político lleva entre nosotros más de dos mil años, desde cuando los griegos lo idearon para guiar el rumbo de su sociedad. Han pasado muchos siglos y el sistema democrático ha experimentado varios cambios y variaciones, implementándose en los cinco continentes, y obteniendo diversos resultados. Sin embargo, hasta hace poco esos cambios no tocaban una parte fundamental de la democracia: el voto electrónico. Como sucede con cualquier tema sensible, hay detractores y personas a favor de esta idea. En esta oportunidad vamos a enfocarnos en las suspicacias que genera el voto electronico entre muchas personas:

 

Fraude y el voto electronico: la primera duda que asalta a los que no están de acuerdo con el voto electronico es la fiabilidad como sistema de votación, ya que al ser un mecanismo electrónico, siempre existirá la posibilidad de ser alterado a favor de uno u otro candidato, lo cual acabaría con el objetivo intrínseco de la democracia: la libertad de elegir. El fraude ya es una realidad en los sistemas democráticos, facilitarlo con un sistema electrónico no parece buena idea.

 

Dependencia a un sistema electrónico: más allá de que existan métodos de respaldo de la información, el voto electrónico no deja de ser dependiente a fuentes de alimentación eléctrica, lo que supone un eslabón muy débil para muchos en la cadena democrática. A nadie le gusta la dependencia de sistemas computacionales o electrónicos, algo que queda muy claro debido a que se crean escenarios apocalípticos en donde los humanos pierden el control sobre sus vidas.

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