Si dispones de un porche en casa, sabrás que es un espacio muy apreciado. En verano, es el espacio ideal donde disfrutar del aire libre sin tener que salir de casa, un refugio perfecto para relajarnos, leer un libro o incluso hacer una cena con amigos y familia. Pero durante el invierno, la situación cambia, el clima no es tan agradable y esto hace que no se pueda aprovechar este espacio tanto como quisieras.
Una excelente solución para disfrutar del porche durante todo el año es cerrarlo con ventanas o balconeras de aluminio o PVC. Esto no sólo nos permite disfrutar del espacio durante todo el año, sino que también nos ofrece una serie de beneficios que hacen que valga la pena la inversión. La principal ventaja de cerrar un porche es que se gana un espacio extra en casa que puede tener diferentes usos. Puede convertirse en una sala de estar adicional, un espacio de trabajo o incluso un comedor.
Los carpintería exterior de aluminio y PVC ofrece confort y bienestar gracias a sus propiedades térmicas que mantienen una temperatura estable en el espacio. Con un cierre adecuado, tu porche está protegido de la lluvia, el viento y el frío del invierno. Un porche cerrado ayuda a mantener una temperatura más estable en el interior del hogar, reduciendo la necesidad de utilizar calefacción o aire acondicionado. Esto se traduce en un ahorro significativo en las facturas de energía.
Tanto el aluminio como el PVC son materiales muy resistentes y duraderos, que no se oxidarán ni se corroerán con el paso del tiempo. Además, son fáciles de mantener, puesto que sólo necesitan una limpieza regular para mantener su apariencia original.
El proceso de instalación de un cierre de porche puede variar según las necesidades específicas de cada hogar, pero generalmente sigue estos pasos:
1. Consulta Inicial: Un profesional de la empresa de cierres visita el hogar para evaluar las necesidades y opciones disponibles. Se discuten los materiales, estilos y requisitos específicos del cliente.
2. Presupuesto: Se proporciona un presupuesto detallado que incluye el coste de los materiales, la mano de obra y los plazos de la obra.
3. Fabricación: Una vez aceptado el presupuesto, se procede a la fabricación de los cierres según las especificaciones acordadas.
4. Instalación: Los cierres se instalan profesionalmente en el hogar, asegurándose de que estén ajustados y funcionen correctamente.
5. Acabado: Se realiza un acabado final para garantizar que los cierres se ajusten perfectamente al porche y cumplan con las expectativas del cliente.
En resumen, cerrar el porche es una decisión inteligente que puede transformar completamente la forma en que vivimos y disfrutamos de nuestro espacio exterior. Con una instalación profesional y cierres de calidad, podemos crear un entorno acogedor y versátil que cumpla con nuestras necesidades y esté a la altura de nuestras expectativas.
