El punto de quiebre para darnos cuenta que el poker puede convertirse en una actividad lucrativa es cuando empezamos a obtener ganancias superiores a la de nuestros empleos. Sólo de esta manera podemos inclinarnos hacia el mundo del poker y las apuestas, caso contrario no sería nada rentable. Si se puede mantener a la par ambas actividades sería muy bueno, pero siempre habrá un momento en el que tengamos que darle prioridad a una de ellas. La habilidad de las personas para el juego es innata, pero se también se requiere de práctica así como de leer sobre el tema.
Se puede empezar a practicar con los amigos para ir conociendo ciertos trucos pero a la larga se deberá jugar con contendores de mayor nivel. Esto se consigue participando en los diversos torneos de poker que se organizan tanto local como internacionalmente. El proceso de aprendizaje en el poker puede tomar varios meses o incluso más tiempo dependiendo de nuestras condiciones. El control de las emociones es algo muy importante para un jugador de poker. El saber actuar en el momento preciso y dejarse llevar por la ansiedad es algo que muy pocos logran dominar.
De esta premisa se desprende cuando nos referimos que en jugador es activo o pasivo. Un jugador no puede ser “agresivo” en todo momento, hay que tomarse un tiempo para pensar la jugada y no arrepentirse de una decisión precipitada. Los libros de poker son muy útiles para aprender nuevas técnicas y uno que otro truco. Sin embargo, los mejores libros están en inglés como por ejemplo Winning Low Limit o Theory of Poker.
Son varios los factores que pueden influir para llegar a ser un jugador profesional de poker, el punto es ponerlos todos en práctica. Los resultados le dirán si vale la pena continuar o no.
