¡¿El amor es un crimen?!

¡¿El amor es un crimen?!

Estos días me he preguntado el porqué de los enfados, de las discriminaciones y de los insultos dirigidos a los legisladores mexicanos y a los maricones y tortilleras, como somos conocidos entre la gente ignorante. Mis primera respuesta fue que tienen toda la razón, la homosexualidad desde el punto de vista religioso es una depravación, pero cada quien tiene derecho a pensar libremente y expresar sus ideas de la manera que más le agraden. Yo no suelo ir a gritar improperios a las iglesias los domingos o marcho a favor del aborto, yo estoy a favor de la vida y a favor de la libre expresión y el libre culto, como otros muchos homosexuales. No queremos causar enojos en la sociedad simplemente queremos ser igual a ustedes, queremos cometer el mismo delito que ustedes cometen y con el cual nos condenan, amar. Sin embargo me parecen actitudes infantiles, las de un Arzobispo que pretende chantajear a un grupo de feligreses para convencerlos de que el matrimonio gay es una aberración de los mil infiernos y que por tanto debemos desaparecerlos de la faz de la tierra. Eso además de pueril me parece un acto totalmente homofóbico, inhumano e impropio de un miembro de la autoridad clerical. Pero que puede hacer un joven bisexual de dieciocho años contra un déspota Arzobispo Primado de México.

Quedando suyo afectisimo: Alberto Mc

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