Es fascinante llegar al Mar y poder relajarse tomando un baño, bronceándose o simplemente descansando, pero no nos hemos preguntado ni imaginado que pasa con los desechos que dejamos en esa playa, en esa orilla, los mismos poco a poco son arrastrados por el agua a miles de millas llegando hasta el Alta Mar que solo los grandes buques, los satélites y en especial nuestra fauna marina son los que pueden verlos, consumirlos y a su vez generando diferentes tipos de contaminación, que poco a poco y silenciosamente están afectando al mismo.
En nuestras manos se encuentra la solución, comencemos a concientizar no dejemos basura en nuestras playas, no arrojemos basuras en nuestro ríos, seamos el ejemplo de la nueva generación y porque no de la actual, seamos la diferencia, si vemos basura que han sido dejados por otras personas, tomate un poco de tiempo, recógelo y desechalos en el tacho más cercano.
El objetivo de este artículo es tratar de llegar con un mensaje de prevención a la mayor cantidad de personas que en el momento que se encuentra cerca de una fuente de agua natural, sean estos ríos, riachuelos, lagunas, mares, océanos, no permitamos que los mismos sean contaminados, si cada uno de nosotros lo evitamos estamos aportando que esa contaminación actual de nuestros mares crezca y ya no siga provocando muertes a las especies marinas, ni aumentando los efectos nocivos que pueden generar estos desechos al descomponerse, ya que son miles de miles de desechos tantos físicos, como líquidos, como sólidos que actualmente se encuentran es suspensión, mezclados, en nuestros mares, siendo su destino final la contaminación silenciosa del mar.