Los programas deportivos españoles en los medios de comunicación tradicionalmente se han caracterizado por ser de gran calidad, tener un estilo propio y definido y crear escuela. Desde el antiguo “Estadio 2”, que nos regalaba un sábado casi ininterrumpido de programación deportiva en una época en la que sólo había dos canales de televisión hasta el legendario “Carrusel deportivo” de las radios que todos recordamos como la banda sonora de las tardes de los domingos, el deporte ha formado parte de nuestra vida aunque no acostumbremos a hacer más ejercicio que el de situarnos frente a la pantalla de la página de bwin y apostar por nuestro equipo.
El primer clásico moderno
Dentro de esos programas deportivos míticos ya se ha convertido en un clásico “El día después”. En su momento fue un formato rompedor; mostraba el fútbol desde otro ángulo y demostraba que había más cera que la que ardía. Secciones como “lo que el ojo no ve”, en la que el zoom de la cámara permitía acceder a detalles que normalmente quedaban ocultos, reportajes sobre futbolistas que nos mostraban su otra cara, la moviola renovada y otros muchos detalles le convirtieron en un programa líder. Su formato fue copiado por muchos otros que aún utilizan algunas de sus estrategias hoy en día.
Sigue vivo en bwin
Todas esas ideas nuevas y frescas se complementaban con una dupla de presentadores divertidos, amenos pero conocedores del fútbol y que sabían estar y de lo que estaban hablando. Uno de ellos, Robin, sigue escribiendo su blog sobre fútbol, ahora trabajando para bwin. Y es que cuando alguien vale, vale, y a pesar de que por las eternas cuestiones económicas “El día después” haya desaparecido de antena ninguno de los programas actuales alcanza su nivel de calidad y frescura. En un tiempo de telebasura y periodistas forofos se echan mucho de menos los buenos programas.
