Etiquetado de Jamones Ibéricos
Etiquetado de Jamones Ibéricos
Con la aprobación de la norma de calidad para la carne el consumidor va a estar mejor informado de la denominación de venta y la indicación del tanto por ciento racial.
El cerdo ibérico pasa a tener solo tres denominaciones de venta: “de bellota”, “de cebo de campo” y “de cebo”. Las denominaciones se basan sobre todo en la alimentación que ha tenido el cerdo ibérico hasta su sacrificio.
En el etiquetado de los jamones, paletas y lomos se establece la obligatoriedad de indicar la pureza de la raza ibérica. Se elimina la utilización de términos dudosos y ambiguos que lo único que provocan son confusión a los clientes finales. Nombres, logotipos, imágenes, símbolos o menciones que hagan alusión a aspectos relacionados con la bellota o la dehesa quedan totalmente prohibidos. La denominación “pata negra” solo se podrá utilizar en jamones ibéricos de cerdos alimentados con bellotas y con un 100% de pureza de raza ibérica.
Los sistemas de control se van a reforzar con un mayor rigor en los pesos de los canales de los cerdos y las piezas. Los tiempos mínimos de elaboración también serán controlados para asegurar que las menciones se corresponden a los productos que las llevan.
Los jamones ibéricos se calificarán en 4 tipos según la alimentación que hayan tenido:
- Etiqueta Negra: Es la etiqueta reservada a los “pata negra”. Son jamones procedentes de cerdos ibéricos 100% alimentados con bellotas en la dehesa.
- Etiqueta Roja: Esta etiqueta la llevará los jamones procedente de cerdos ibéricos sin llegar a ser 100% ibéricos alimentados con bellotas.
- Etiqueta Verde: Etiqueta reservada para los jamones que salen de cerdos ibéricos alimentados con pienso estando en libertad en la finca.
- Etiqueta Blanca: La última etiqueta es la que está reservada para los jamones procedente de cerdos ibéricos alimentados con pienso en granjas.
Todos los jamones independientemente de la etiqueta en la que se ha calificado tiene que cumplir uno peso mínimo a la salida de la industria. Con unos estándares mínimos se consigue que el consumidor quede satisfecho de la calidad.
Con esta norma se pretende perpetuar y desarrollar la pureza de la raza ibérica. El libro genealógico pasa a tener un papel importante ya que es la única forma de acreditar la pureza racial.
La crianza de los cerdos en la dehesa también es regulada por la norma de calidad. Establece un número de cerdos por hectárea. En cuanto a los cerdos criados en cebaderos se establece una superficie mínima de 2 metros cuadrados por animal de más de 110 kilos de peso.
Con estas actuaciones se pretende proteger la raza ibérica y proteger al producto español de la entrada de jamones de menor calidad procedente de Europa del Este.
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