Gante, la ciudad de las tres torres

Gante, la ciudad de las tres torres

A medio camino entre Bruselas y Brujas, cerca de la frontera con Holanda, se encuentra la bellísima Gante, una ciudad llena de historia que en el siglo XVI fue, después de París, la ciudad más grande de Europa al norte de los Alpes.

Las cosas que diferencian a Gante de otras ciudades belgas son sus numerosos canales atravesados por sesenta puentes, el grandioso conjunto de monumentos, sus vastos castillos y sus edificios, en las que se observan prácticamente todos los estilos arquitectónicos.

Gante es famosa también por sus beaterios. Son como pequeñas ciudades dentro de la grande, rodeadas de murallas, con sus calles, sus plazitas y sus claustros, su iglesia, sus capillas, sus casitas habitadas por beguinas y sus conventos, en los que viven en común veinte o treinta de estas religiosas, vestidas con el pintoresco traje de la Edad Media y que, no habiendo hecho votos, se sujetan a ciertas reglas de devoción.

Sin duda, el primer lugar y más fascinante en nuestra visita a Gante fue el puente de San Miguel, desde donde pudimos observar los monumentos más importantes de la ciudad. Mirando de frente, obtenemos una vista de las tres famosas torres gantesas, a uno de los lados uno de los rincones más bonitos de la ciudad: el Graslei (muellede las herboristas) y el Korenley (muelle de los graneros), con sus edificios gremiales con imponentes fachadas y al otro lado la Iglesia de San Miguel y el antiguo monasterio dominico, el Pand. Al tener la condición de ciudad universitaria, los estudiantes acuden en masa a esta zona de la ciudad para tomar unas cervezas al aire libre.

Actualmente, Gante puede sentirse orgullosa por ser la ciudad flamenca con mayor número de edificios históricos, sumados a una intensa vida cultural y una situación privilegiada, a aproximadamente 50 km de Brujas y de Bruselas.

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