La inseminación artificial, o IAD, es un tratamiento de la infertilidad relativamente sencillo, que consiste en depositar de forma artificial espermatozoides en los óvulos, en las Trompas de Falopio, en el útero o en el cérvix de una mujer. El semen con el que se realiza la inseminación puede provenir de la pareja de la paciente, de un donante elegido por la paciente o de un banco de semen.
Como en todos los tratamientos de fertilidad, puede haber riesgos. Algunos de ellos son: riesgos durante la manipulación, que se produzca un embarazo ectópico o el síndrome de hiperestimulación ovárica.
La tasa de éxito de este tratamiento varía según el tipo de problema de infertilidad que presente la paciente y de su edad, pero se calcula que hay entre un 5% y un 25% de posibilidades de que la paciente se quede embarazada con cada ciclo menstrual. Este porcentaje puede aumentar si se sigue un tratamiento farmacológico.
Por norma general, el coste del tratamiento incluye la investigación y el diagnóstico, el tratamiento farmacológico, el coste del procedimiento y la internación hospitalaria. Puede aumentar en función de la causa de la esterilidad y de la clínica de fertilidad, pero suele rondar los 3000 euros.