Hoy en día considero importante mencionar este tema ya que la cultura de los mexicanos referente al tema de los seguros se encuentra todavía en una etapa inexplorable y en donde la población en general dentro de nuestro país los considera como un producto de lujo.
Los productos que ofrecen las aseguradoras en México son los seguros de automóviles, (siendo estos los más demandados en nuestro país), seguros de daños, empresariales, seguros de responsabilidad civil, seguro de gastos médicos mayores, seguro de transporte, seguro de casa, seguro de vida entre otros.
Existen varios factores por lo que los mexicanos no cuentan con un seguro, y en la mayoría de los casos no es por falta de recursos económicos sino por desconocimiento de los beneficios de contar con una protección aunado con la cultura del mexicano de vivir el momento, gastar su dinero y no considerar importante el hecho de prevenir gastos que se pudieran generar de algún accidente, o cualquier hecho fortuito que afecte su patrimonio o su salud.
Únicamente siete de cada 100 mexicanos cuentan con un seguro de vida, cinco de cada 100 poseen un seguro de gastos médicos mayores y sólo cuatro de cada 100 viviendas están protegidas, lo que nos habla de la pobreza de esta cultura en referencia con otros países a nivel mundial.
En nuestro país la participación de la industria aseguradora representa únicamente el 1.8% del PIB mientras que en Estados Unidos representa más del 7% del producto interno bruto, y hablando del seguro de vida y seguros de inversión es mucho más significativa la diferencia.
Actualmente ha mejorado un poco la cultura a comparación de años anteriores pero los mexicanos procuramos cuidar más nuestros bienes materiales como el automóvil y la casa pero no tenemos la conciencia de cuidar nuestra salud o proteger el futuro de nuestra familia, nos enfocamos más a lo tangible y no tenemos la cultura de la prevención como pudiera ser al requerir el seguro de gastos médicos, seguros de inversión o seguros de vida.Los seguros cumplen con una función social muy importante, ya que son un instrumento que tiene como finalidad principal resarcir el patrimonio de las personas que se hayan visto afectadas en sus bienes o en su persona por un evento inesperado.
Algunas veces por desconocimiento de nuestra póliza de seguro pensamos que nos están robando y que la compañía aseguradora no quiere pagar pero es muy importante leer nuestras condiciones, de esta manera conoceremos todos los beneficios que estas nos otorgan en cualquier imprevisto o eventualidad, y finalmente no debemos dejar pasar que estamos hablando de que un contrato de seguro es de buena fe y mientras no demostremos a las compañías lo contrario en nuestras reclamaciones, deberán cumplir sus obligaciones contraídas para con nosotros en el citado contrato celebrado.
Otro punto importante en la cultura del mexicano en relación a este ramo de los seguros es, la cantidad de clientes que actúan fraudulentamente en contra de las compañías aseguradoras y que al ser detectados por estas tratan de afectar la imagen de las mismas, al ya no poder obtener ilícitamente una ventaja o beneficio a su favor.
Para tal caso considero muy importante que la persona o familia que se interese en proteger su patrimonio se ponga en contacto con algún asesor de su confianza para buscar la mejor opción de acuerdo a sus necesidades y explorar en diferentes aseguradoras que ofrezcan este tipo de servicios, de manera que se encuentre la compañía que ofrezca la mejor opción en una relación significativa entre precio y servicio.
Los mexicanos debemos quitarnos de la cabeza la idea errónea de que los seguros son un producto de lujo o demasiado caro, ya que en realidad podemos verificar que existen diferentes tipos de seguros para cada una de nuestras necesidades y de acuerdo a nuestras posibilidades podemos encontrar la mejor opción de la mano de nuestro asesor de seguros.
Es muy importante cambiar esta cultura por nuestro bien y el de nuestros seres queridos ya que quizá el día que lo necesitemos sea demasiado tarde para contratar un seguro.
Por:
Lic. Carlos Alberto Cortés Barrón
UNIVA Queretaro
11 de abril de 2011
