Nos hemos dado cuenta de que cuando imaginamos nuestra casa perfecta, pocas veces reparamos en la iluminación. Y la iluminación de cada parte del hogar es altamente importante. Aprovechar la luz natural es básico para el ahorro energético por ejemplo.
Pero además, la iluminación artificial puede conseguir, no solo también ahorro o gasto energético y económico, también puede suponer un mejor o peor malestar y hasta influir en nuestros estados de ánimo.
Es por ello que como poco, debemos saber qué tres tipos de iluminación existen en un hogar:
Iluminación general: la que nos permite movernos y ver por los espacios
Iluminación focal: tiene mayor fuerza y está dirigida a un espacio concreto que destacar o a un espacio de trabajo
Iluminación ambiente: tiene como objetivo crear zonas de confort, con un ambiente especial o especialmente cálidas y acogedoras
Por supuesto, podemos nosotros mismos idear nuestro plan o proyecto de iluminación para nuestra casa. No es demasiado difícil si conocemos algo de teoría y sabemos definir nuestras necesidades.
Sin embargo, cuando se trata de una reforma integral o una construcción de obra nueva, lo mejor es siempre contactar con profesionales. Y si queremos de verdad que no solo la decoración general de la nueva casa sea un acierto, sino que la iluminación en particular también sea un éxito, es posible que pensemos en un asesoramiento especializado en iluminación.
