Durante muchos años, las dietas hipocalóricas han sido las únicas recomendadas por médicos para adelgazar y conseguir el peso ideal. En estas dietas, se iba disminuyendo el consumo de determinados alimentos, para reducir a la vez el número total de calorías ingeridas diariamente.
Este tipo de dietas suponian estar constantemente pesando los alimentos y procurando evitar ciertas grasas que podían hacer que nuestra dieta se fuese al traste. Además, se pasaba hambre, y muy había muy pocos casos de éxito.
Hoy en día, existen otro tipo de dietas mucho más efectivas y que no tienen los inconvenientes de las dietas hipocalóricas. Nos referimos a las dietas proteinadas, en las cuales el consumo de proteínas de origen animal es la clave de la pérdida de peso.
Entre las dietas más famosas podemos encontrar el método Dukan, el cual promueve el consumo de carnes magras, huevos, pescados y lácteos desnatados en la cantidad que deseemos.
Estas dietas tienen la ventaja de que no se pasa hambre, pues los cuerpos cetogénicos que se desprenden a la hora de consumir únicamente este tipo de alimentos nos ayudan a saciar nuestro hambre y necesidad por comer cosas prohibidas.
El método Dukan tiene 4 fases, las cuales hay que seguir al pie de la letra para perder el peso que queramos y para que después no tengamos el efecto rebote famoso que puede hacer que recuperemos todo el peso perdido.
Con la dieta Dukan, podremos alcanzar nuestro peso deseado en poco tiempo, pues las dietas proteinadas son ideales para depurarse rápidamente, y comenzar a quemar grasas desde el primer momento. Además, estas dietas permiten comer la cantidad que se desee, así que no deberás estar pesando alimentos ni comiendo porciones ridículas.
Ahora que viene el verano, quizás sea un buen momento para pensar en estar unos meses con este tipo de alimentación, y poder conseguir así el cuerpo ideal que tanto deseamos.
