Fue la noche más divertida del año, y no me refiero a una noche en la que la diversión, paz y armonía rebosaba entre jóvenes, como puede ser una noche cualquiera en la que un grupo de amigos se reúne para disfrutar de una velada, me estoy refiriendo a un acto realizado por ‘personas’ que dicen ser educadas, formadas y respetuosas con los demás, que, ante todo, deberían avergonzarse por regocijarse y presumir de tal hecho. Y más triste es que ante el ‘triunfo’ se quieran poner una medalla por lo bien que lo hicieron. Tal vez el próximo fin de semana deberían de volverlo a hacer y así ya se les puede condecorar. Si triste es que un grupo de amigos, en vez de compartir unas copas en un parque, se partan las botellas en la cabeza, más triste es el castigo que podría servir de ejemplo para ciertos jóvenes a los que el alcohol les hace confundirse. A éstos se les de una palmadita en la espalda y tan sólo se les dice “no seas niño malo… no lo vuelvas hacer”, para la próxima vez hacerlo con más saña y el premio será mayor. A día de hoy se discrimina y se tacha al Cuerpo Nacional de Policía de actuar sin razón y ante cualquier acto que puede ser equivoco. ¿Cómo no va actuar? Tal vez el hecho de que la ira y la impotencia pueda con ellos, pero ¿es justo que una persona como otra cualquiera que se levanta para cumplir con su jornada laboral tenga que llegar a casa con la cabeza rota porque un ‘menor’ no se le ha ocurrido otra forma de disfrutar de la noche más divertida del año? ¿Cómo se pueden sentir estas personas siendo ellos los juzgados y los culpables de un hecho que no fue provocado por ellos? Tal vez la impotencia y la indignación sea tal que mañana estas personas que intentan realizar su trabajo de la mejor forma posible ‘defendiendo al pueblo’ se levanten sin ganas ni estima hacia esta sociedad llamada “Educada y Respetuosa”. Tal vez en esto es lo que nos deberíamos parar a pensar y no lo bien que se lo pasaron este grupo de jóvenes ‘tan bien educados’.
Firmado :
Noelia
