En las grandes ciudades, donde lo más frecuente es que tengamos que optar por edificaciones en vertical, los áticos se están poniendo de moda en los últimos tiempos. De hecho, sus precios están creciendo en proporción al incremento de su demanda. Pero, modas a parte, los áticos conllevan unas ventajas específicas frente a otras modalidades de espacios habitables.
Vayamos a lo concreto y destaquemos esas cualidades específicas de las que podemos beneficiarnos si nos mudamos a vivir a un ático. Para empezar, dispondremos de una ubicación privilegiada para disfrutar de más luz y de un espacio al aire libre más amplio en el que desarrollar ciertas actividades en la época estival. Una ventaja no menor cuando hablamos de un país como el nuestro, en el que el buen tiempo se extiende durante bastantes meses al año.
Además, viviendo en un ático nos podemos olvidar de sufrir las molestias que puede ocasionarnos tener un vecino por encima de nosotros. Y, nos proporciona un espacio extra que se puede dedicar a distintos objetivos, dependiendo de nuestras prioridades: si tenemos niños, esa estancia puede destinarse a sus juegos o como zona de estudio; también, podríamos acondicionarlo como habitación para invitados o dedicarlo a sala en la que recluirnos para relajarnos con nuestras aficiones.
Las ventajas de vivir en un ático
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