Realmente, no sé si es fácil predecir el futuro en estos contextos cambiantes en los que nos movemos. Todo puede variar por un pensamiento de (escríbase aquí el nombre de cualquier persona geoposicionada en cualquier lugar del mundo) que, sorprendentemente y sin avisar, aparece con una nueva aplicación, gadget, idea...
No es fácil adaptarse. No es fácil para nadie. Complejo, pero... apasionante.
¿Desaparecerá el libro en papel? No sé si está aquí el debate. A fin de cuentas, predecir el futuro pasa siempre por opinar.
Lo que sí podemos constatar es que tenemos libros en papel comenzando a convivir en la misma casa con el libro electrónico, tenemos actuaciones épicas digitalizando libros en formatos estáticos, tenemos editoriales, tenemos librerías, tenemos bibliotecas... y seguimos teniendo (siempre) personas que tienen algo que decir sobre un papel o pantalla en blanco. Cada vez más, por cierto.
Esto es evidente, como también lo es que algo comienza a gestarse ante nuestros ojos. Un paraíso para el artista, un mundo para exploradores... Crear compartiendo, recursos multimedia, redes sociales, enlaces, nuevas formas de crear apasionantes, variaciones sobre la expresión, juntar música con texto, con voz, con imágenes, con lo que tenemos que contar, investigar al lector como autor, unir a artistas de distintos ramos (¿distintos?).
Para seguir trabajando en este tema, no nos engañemos, necesitamos autores que apuesten por ello. Sin su figura, nada tiene sentido. Sólo es tecnología.
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