Los accidentes son inevitables y cualquiera de nosotros puedes ser víctima de uno de ellos. Pueden ser colisiones o simples choques. Si te encuentras en tales circunstancias, haz lo siguiente: a) mantén la calma, b) llama a un médico si es necesario, c) respeta a la policía y sus esfuerzos.
No hagas una declaración inmediata a la policía ni a ninguna aseguradora. Deja que la policía sepa que vas a hablar con ellos más tarde, después que te hayas calmado y busca atención médica. Por último contacta con un profesional para asegurarte de lo que tienes que hacer antes de proceder con tu reclamación.
La velocidad a la que ibas manejando también puede ser tomada en cuenta por tu aseguradora como un factor que contribuye a negar una reclamación de lesiones. Incluso si la otra parte tiene la culpa de lo que pasó, puede poner en peligro tu reclamo de aseguradoras. La mayoría de la gente está mirando su indicador de velocidad en el momento del impacto. En la escena del accidente puedes estar confundido y conmocionado, adolorido y enojado. La aseguradora se basa en tu declaración para evaluar el caso.
Simplemente no hagas ninguna declaración en ese momento. Visita el hospital más cercano y deja que te revisen. Haz tu declaración en una fecha posterior, principalmente después de haber tenido tiempo para calmarte y reflexionar. Durante este proceso ponte en contacto con tu aseguradora y confirma la cobertura de la demanda y el procedimiento.
Tu declaración puede reducir las probabilidades de que tu demanda sea aceptada por la aseguradora. Ten en cuenta los pasos que se mencionan a continuación para evitar complicaciones en caso de accidente de coches.
No des ninguna instrucción inmediatamente después del accidente. No firmes nada a menos que entiendas completamente lo que pasó. No aceptes la culpa, si piensas que no es tuya. No pierdas la calma. No uses lenguaje soez. No seas agresivo.
