La posible causa del agua turbia en las piscinas son las horas que funciona el filtrado.
Es posible que no haya dado suficientes horas de filtración a su piscina. Revíselas y recuerde que lo ideal en verano son entre 6 y 8 horas dependiendo del uso que se le de a la piscina y del número de bañistas. Divida estas horas en dos sesiones, la primera durante el día en horas de calor que es cuando el agua sufre más, y la segunda durante la noche, una vez terminada la sesión de baños para un correcto mantenimiento de la piscina.
Otra causa es el ph: El pH no es el correcto. Revise el pH de su piscina y compruebe que se haya en los límites adecuados, es decir entre 7,2 y 7,6. Posiblemente necesite un dosificador automático de ph Si esto no es así proceda a corregir con un minorador de pH si lo tiene alto, y con incrementador de pH si lo tiene bajo. La adición de un floculante ayuda a que las partículas en suspensión decanten al fondo y se puedan recoger con el limpiafondos, lo que clarifica el agua. Después de cada tratamiento asegúrese de poner la filtración en marcha para facilitar la circulación del agua y por tanto la mejor disolución del producto que se haya añadido.