Cuando decidimos revestir nuestro suelo con parquet, nos pueden surgir algunas dudas, ¿parquet laminado?, ¿tarima flotante?, ¿tarima maciza?, ¿cual nos resultará mejor?.
Antes de nada, debemos preguntarnos cual es el atributo más relevante, entre otros, que nos interesa como respuesta del suelo a nuestros intereses. Si buscamos un pavimento práctico, fácil de mantener, que resista golpes domésticos, y, sobre todo, si tenemos niños en edad destructiva, la desición más acertada sería un parquet laminado, aunque de una marca reconocida (no todos son iguales). En cambio, si lo que nos interesa es el aspecto natural, la solidez de la pisada, la imagen y la robustez, nos decantaremos por las tarimas flotantes estratificadas; a las que deberemos tratar con un cariño especial, puesto que suelen tener un valor más alto que los laminados, y son más sensibles tanto a golpes como a productos químicos domésticos.
Por último, si su presupuesto le permite desembolsar una suma importante de dinero, es usted amante de la madera y de los formatos tradicionales, y desea que -reciclados mediante- su tarima sea testigo de su trascendencia por este mundo para sus tataranietos, la elección adecuada es una sobria tarima de madera maciza, un clase VIP o en este caso VIF (very important floor) para disfrutar durante generaciones.
Naturalmente, de entre las opciones sugeridas es menester seleccionar marcas, líneas de producto, especies de madera, etc. Aunque ese tema lo trataremos en otro artículo.
Europarquet
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