La compra de una caldera de biomasa multicombustible es una muy buena elección ya que podremos testear el precio de los combustibles en función de la temporada y la oferta del mercado. Hay calderas que utilizan varios combustibles sólidos, como ser: pellets, huesos triturados de aceituna, melocotón y cereza, corteza de pino, astillas, cáscaras de almendras, cáscaras de nuez, maíz, cebada, avena, piñones, etc, y cada uno de ellos puede variar en precio según la época.
El quemador electrónico de las calderas multicombustible, en su mayoría, está fabricado con un doble tornillo sin fin por caída que evita el retroceso de la llama de manera natural, en cuanto que no hay ningún tipo de conexión directo entre el silo de almacenamiento y el sin fin que transporta el combustible al quemador. Como este sistema de carga es automático nos resulta muy ventajoso ya que no tenemos que estar pendientes de cargar el combustible constantemente.
El combustible sólido para las calderas de biomasa más popular, es el pellet, pero en los dos últimos años se ha empezado a utilizar muchísimo los huesos de aceituna resultantes de la producción de aceite de oliva, porque tienen un gran poder calorífico y son muy económicos, fundamentalmente en zonas donde se cultivan los olivos. Tradicionalmente fueron un residuo agrícola, pero hoy en día, representan una gran ventaja para producir energía y también para absorber metales pesados de aguas residuales industriales por su capacidad para retener los iones metálicos.
Así que lo importante a tener en cuenta a la hora de comprar una caldera es que sepamos de antemano que el ahorro en el funcionamiento de una caldera de biomasa es considerable y permite la recuperación del costo de la instalación ya que utiliza combustibles generados por la naturaleza que son más económicos y ecológicos respecto a los combustibles fósiles que se usaron durante tantos años.
