El Self Storage nació en Estados Unidos en los años 60 como un negocio para ocupar espacios en locales no especializados. En la actualidad se explotan más de 52.600 instalaciones en este pais.
Europa no es ajena al desarrollo de esta actividad siendo el Reino Unido el líder europeo con más de setecientas instalaciones censadas.
En España el sector experimenta una evolución paralela al “nuevo consumo”. Cada vez tenemos más utensilios que hemos comprado recientemente, pero que en la actualidad no le estamos dando utilidad y sí está ocupando espacio en la vivienda.
El servicio de self-storage consiste en facilitar a particulares y empresas espacios ajustados a sus necesidades coyunturales o permanentes de almacenamiento con ofertas muy elásticas en cuanto a volumen y tiempo de estancia.
Una de las empresas que más ha crecido y que más tiene planteado crecer en España es Almazen, que ofrece a sus clientes acceso abierto a sus pertenencias y la libertad de hacer tantos cambios a su contenido como necesiten. Los clientes de Almazen gestionan su espacio a su antojo, sin problemas para guardar lo que sea del tamaño que sea. Poseen accesos de máxima seguridad electrónica y muy cómodos para el manejo o desplazamiento de los bultos.
Los empresarios o los profesionales autónomos encuentran en instalaciones de self-storage como Almazen la solución al almacenamiento de sus archivos documentales, situaciones transitorias de liquidación, bien de su empresa, bien de su stock, etc.
En definitiva, el sel-storage se perfila como una solución para que los particulares se organicen mejor en sus espacios personales y que las empresas ajusten al mínimo los costes no sólo de almacenamiento, sino también, los logísticos y una parte de los administrativos.