Independientemente de que la persona posea ojos y oídos estructuralmente sanos (o cualquiera de los sentidos restantes) puede presentar alteraciones perceptivas que dificulten las interpretaciones que hace su cerebro del mundo que le rodea. Esto dificultará la acción de aprender en la escuela, pero también la orientación espacial necesaria para conducir o el nivel y calidad de la atención que se posee para realizar cualquier actividad.