La final de la Copa del Rey confrontará al Real Madrid contra el Barcelona, es el partido esperado por todos, no solo se enfrentan los dos mejores equipos de España, sino que se desafían dos estilos contrapuestos, conceptos diferentes de entender el fútbol.<!--more-->Por un lado está el conjunto blanco, dirigido por Mourinho, un rebelde con causa que mantiene una cruzada particular contra su director deportivo y que tiene a la afición y jugadores de su parte. El fútbol que despliega su equipo es el reflejo de su personalidad, rápido, directo, con carácter y pegada. No engaña a nadie, es el mejor y lo ha demostrado, campeón de Europa con Oporto e Inter de Milán son algunos de los logros que avalan su trayectoria.
A siete puntos del Barsa en liga, el equipo merengue tenía que conseguir llegar a la final para borrar las dudas que habían surgido tras su derrota en Pamplona.
Se dice que las finales no se juegan, se ganan y en eso es experto Mourinho pero para ello tendrá que quitar el balón a su rival y su rival es el Barsa y eso es mucho quitar.
El equipo blaugrana está dirigido por Pep Guardiola, un entrenador perfecto para la filosofía de juego del Barsa, no lo digo yo, lo dijo Mourinho. Su fútbol se basa en la presión, cuanto más cerca de la portería contraria mejor, una vez que roban el balón lo hacen circular rápido y con criterio, suelen ganar los partidos por demolición, sus sesenta y siete goles a favor en liga así lo confirman. Es el equipo de las paredes mágicas y las diagonales imposibles, muy pocas defensas se le resisten, el 5-0 de Barcelona demuestra que Mourinho necesita más que once gladiadores para vencer a la mejor escuadra del momento.
La guinda del pastel será ver a los dos mejores jugadores del mundo frente a frente, Cristiano contra Messi, la soberbia contra la humildad, el bicho contra la pulga.
Será una gran final y un gran partido, que gane el mejor.
Escrito por Antonio.
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