Para determinar el grado de afectación que tiene un paciente que sufre vértigo y mareo, es necesario realizar una serie de análisis. Dentro de los estudios que realizan los médicos para diagnosticar el vertigo podemos encontrar la prueba llamada de TOB, o TEST OF BALANCE o POSTUROGRAFIA consiste en poner al paciente sobre una plataforma donde se determina el equilibrio en general.
Esta prueba se ha realizado entre mexicanos y argentinos, demostrando que los mexicanos pueden llegar a sufrir una mayor alteración somatosensorial, seguida de una alteración vestibular y por último de una alteración visocortical; en cambio en los argentinos los resultados fueron inversos, ya que presentaron más problemas visocorticales que somatosensoriales.
El doctor Jorge Said Martínez, resalta la importancia del registro del NISTAGMUS (potencial corneoretiniano) a través de la electronistagmografía computarizada como la prueba más valiosa con pacientes que sufren vertigo y mareo, pues esta prueba permite a los médicos determinar a qué nivel está la alteración del sistema vestibular.
Otra prueba que debe realizarse a un paciente con vértigo es por medio de una estimulación fisiológica a través del Sillón de Torsión, cuyo propósito es indagar si la sensación de vértigo se debe a un desorden del oído interno o del cerebro. Una vez que se determina de dónde proviene la afectación se debe hacer un pronóstico de rehabilitación vestibular.
Es importante mencionar que el vértigo que tiene un origen central no se puede pronosticar de forma sencilla, no obstante, si se siguen todos los procedimientos adecuados para el diagnóstico, será más fácil que los doctores determinen qué tipo de medicación es la más adecuada para la pronta recuperación de los pacientes.
Una vez que los doctores realizan todas las pruebas médicas para el diagnóstico del vértigo y mareo, es necesario que explique a su paciente de qué manera se llevará a cabo su tratamiento.
