Lo primero que hay que tener en cuenta antes de elegir el vestido es el tipo de celebración a la que vas acudir. No es lo mismo un cóctel, una boda o una graduación. En cada ocasión hay que elegir un tipo de vestido de fiesta diferente.
Para una boda, deberás tener en cuenta a qué hora se celebra esta. No hay que lucir el mismo vestido de fiesta si la boda es de día que si es de noche. Si la boda es de día se recomienda lucir un vestido de cóctel, la informalidad de este depende de la relación que exista entre los novios y tú (familia, amigos, conocidos…). Por ejemplo, el vestido o traje de la madrina debe destacar entre el resto por su elegancia. La mayoría suelen ser vestidos de fiesta cortos, por encima de la rodilla, acompañados de un tocado o una pamela. En cambio, si la boda es de noche, los protagonistas suelen ser los vestidos de fiesta largos, de gala. Son unos vestidos clásicos, y se adaptan a la figura de cada mujer.
Si estás invitada a un cóctel, deberás llevar un vestido de fiesta de cóctel. Suelen ser vestidos cortos, cerrados o con amplios escotes, ajustados o más volátiles, dependiendo de los gustos personales de cada mujer. Los zapatos suelen jugar un papel fundamental en el conjunto junto con el peinado adecuado.
Las tendencias del 2011 en vestidos de fiestas suelen ser colores oscuros y brillantes que muestran sobriedad y llaman la atención. Si eres atrevida opta por el animal print (de cebra, tigre…) que está muy de moda esta temporada.
Para acertar con tu vestido de fiesta, elige un diseñador de vestidos de fiesta que se adapte a tus gustos y creencias. Y no olvides que la elección de los complementos jugará un papel fundamental a la hora de lucir tu vestido de fiesta.
