A veces es fácil vivir, y a veces es complicado.
¿Lo hacemos nosotros fácil? ¿Lo hacemos nosotros complicado? ¿Nos lo hacen los demás fácil o difícil?
Escuchamos, leemos, nos dicen continuamente que tenemos que vivir el presente, el día de hoy, que la vida es lo que pasa mientras estamos haciendo planes para el futuro, planes que nos roban mucho tiempo. Malgastamos mucha energía pensando y organizando lo que podríamos hacer dentro de un rato, mañana, dentro de un mes, dentro de 3 años, etc., planes, planes, planes,…
Aprovecha el día y no confíes en el mañana, que es incierto. Vive cada momento de tu vida como si fuese el último. Carpe diem, etc., podría nombrar muchas frases más, pero no me voy a extender.
Por otro lado, nos encontramos que nos dicen que si tenemos un sueño para el futuro que luchemos por el, que trabajemos para conseguirlo, que no nos desanimemos si vemos que en algún momento no lo vamos a poder conseguir.
¿Entonces? Mientras estamos luchando por ese sueño ¿qué ocurre con el presente? Ah! Si! Estamos disfrutando del presente porque estamos haciendo algo que nos gusta y estamos aprovechando el tiempo. Pero… el futuro es incierto ¿no?
Ahí es donde yo me pierdo.
¿Y si estamos luchando por un sueño equivocado? Las ilusiones nos las inventamos nosotros, nos gustaría esto o nos gustaría lo otro. Pero ¿no nos dicen también que cada uno tiene una misión en esta vida? ¿cómo sabemos cual es la nuestra? ¿Tenemos que vivir la vida esperando? Mientras esperamos no disfrutamos, porque no estamos pensando en el ahora.
¿Nos llegará nuestro sueño llovido del cielo? ¿Habrá que luchar por él, no? Me enseñaron de pequeña que tenía que luchar por las cosas que quería conseguir. Y entonces, me encuentro otra vez en el presente, y pensando en el futuro.
